No hay excusas para tener paredes rugosas, con huecos de viejos clavos, disparejas o deformes. Si lo que se quiere es una textura lisa en los muros del hogar, la pasta profesional es el material ideal para lograrlo.
Su uso es variado. El más común: en encamisado sobre superficies irregulares y donde se quiera un acabado totalmente liso, pero también se usa para endurecer superficies blandas como yeso y madera. Además, la pasta profesional puede aplicarse sobre un friso fino de cemento y arena, sobre paneles de yeso y sobre revestimientos no rústicos y pintura.
Este producto es muy útil para los trabajos de revestimiento de paredes internas de una casa. Es el paso previo a la pintura definitiva, con el color deseado. No es aconsejable, por su susceptibilidad a la humedad, aplicarlo en la parte interna del edificio, pues su efectividad sería nula.
La pasta profesional viene en presentaciones de diferente tamaño y hay varias marcas que la fabrican y la ponen a disposición en ferreterías y tiendas especializadas. Es una masa de gran dureza al secarse y se adhiere con gran facilidad a todo tipo de superficies.
Una de las fortalezas de la pasta profesional es que viene lista para ser usada. Solo hay que destapar el envase y comenzar. Aunque algunos albañiles la mezclan con yeso para darle más dureza.
Para aplicarla se requieren conocimientos básicos. Si no se tienen, es mejor consultar a un experto y cerciorarse que se puede desarrollar el trabajo sin inconvenientes, y que se puede terminar a tiempo.
La superficie donde se aplicará la pasta profesional debe estar totalmente libre de polvo, grasa, residuos de concreto, pintura desprendida o pulverizada, entre otros elementos. Lo ideal es pasarle una espátula y lavar la pared con agua, desengrasantes o jabón y cepillo, y esperar que seque. Si hay grietas, taparlas previamente con una mezcla de cemento y sellador líquido.
La aplicación de la pasta profesional es directa, con el uso de una llana de acero inoxidable, en capas uniformes, sin grietas ni fisuras. Es importante ir alisando el producto conforme se extiende sobre el muro.
Una hora después, toca lijar. Con una hoja número 180 o 240, muy finas ambas, se pasa sobre la superficie para borrar imperfecciones. Hay quienes usan un trozo de madera para darle soporte a la lija y optimizar el trabajo. El exceso de polvo se elimina con un paño húmedo.
Los fabricantes de la pasta profesional sugieren usar implementos de seguridad en todo el proceso de aplicación del material. Lentes, guantes y respirador o tapaboca.